El mercado de la vivienda en España ha sumado un nuevo favorito: el fenómeno «construir para alquilar». Como su nombre indica, se trata de construir nuevas viviendas destinadas exclusivamente al alquiler. Esta tendencia, originada en el Reino Unido, está despertando el interés de muchos inversores, tanto nacionales como internacionales.
En España, los promotores del «build to rent» han encontrado un mercado en el que el alquiler cobra cada vez más importancia. Tratan de satisfacer la demanda de muchos jóvenes (y no tan jóvenes) que han abandonado la idea de comprar y buscan propiedades de alquiler de buena calidad en las que instalarse a largo plazo.
Los fundamentos de «construir para alquilar».
Ante todo, se trata de viviendas construidas específicamente para el alquiler. Por lo tanto, están hechas de materiales resistentes que no se estropean con el tiempo, en lugar de otras más atractivas a primera vista pero menos duraderas.
Pero esto no es lo único que define la «construcción para alquilar». Según la firma de servicios profesionales EY, estas propiedades son de nueva creación, tienen un propietario que posee todas las unidades (normalmente 50 o más por cada complejo) y están gestionadas por profesionales, ya que funcionan como un negocio.
En definitiva, se trata de grandes complejos residenciales creados y diseñados para ser alquilados, con precios competitivos y gestionados por empresas. Este fenómeno da una vuelta de tuerca al sistema tradicional de alquiler, muy atomizado y desigualmente repartido, ya que durante años se ha repartido entre pequeños propietarios. En España, sin ir más lejos, el 95% de las viviendas en alquiler son propiedad de particulares.
Un mercado que abraza el alquiler.
Como ya se ha dicho, el fenómeno de «construir para alquilar» se originó en el Reino Unido, donde los altos precios limitan el poder adquisitivo de una gran parte de la población. Lo mismo está ocurriendo en nuestro país. Uno de cada cinco españoles vive de alquiler y el 17% no tiene planes de comprar una casa a medio o largo plazo.
Detrás de estos datos están la precariedad laboral y los altos precios de venta, pero también un cambio sociocultural. Muchos jóvenes son reacios a hipotecarse o a vivir toda la vida en el mismo sitio, por lo que se decantan por el alquiler.
Según el informe «La experiencia del alquiler en 2017-2018» de Fotocasa, el perfil del inquilino español es una mujer, de entre 25 y 34 años, de clase media alta y con unos ingresos mensuales de entre 10.000 y 20.000 euros. A la hora de buscar una vivienda, valoran el precio y el hecho de no tener que invertir en reformas.
Sin embargo, gran parte de la oferta no cumple sus expectativas. Según el mismo estudio, el 78% de los encuestados citó el precio como la dificultad más común a la hora de alquilar una vivienda. El 49% también se refirió al mal estado de las viviendas. Problemas que podrían resolverse con el fenómeno «construir para alquilar».
¿Cómo son estas viviendas?
En general, son pequeñas, cómodas y con muchas comodidades. Están diseñadas para satisfacer las necesidades de las nuevas generaciones de inquilinos y construidas para mantenerse en buen estado durante muchos años.
Según el informe de Knight Gerben “Sector Privado de Alquiler - España 2019”, el diseño es esencial para lograr estos objetivos. Debe ayudar a crear comunidades y mejorar la eficiencia de los edificios destinados al alquiler, en general.
La idea de crear comunidades es muy importante para que los inquilinos se sientan cómodos y permanezcan más tiempo. Por eso, los complejos de alquiler constan de numerosas zonas comunes. «Las zonas comunes deben incluir espacios de trabajo, terrazas comunes y gimnasios», explican en el estudio.
"En lugar de generar ingresos adicionales, la finalidad de estas instalaciones es crear un sentimiento de comunidad. Todos estos aspectos ayudan a que los inquilinos se conozcan mejor y, por tanto, se queden a largo plazo".
Disponer de todas estas zonas comunes hace que los edificios sean más eficientes, ya que muchos de los servicios que antes se ofrecían por separado en cada propiedad ahora se pueden encontrar en las zonas comunes. Los materiales también desempeñan un papel importante en la consecución de la eficiencia. "Tienen que ser lo más resistentes posible. Los acabados deben ser de alta calidad, fáciles de mantener, fácilmente sustituibles y duraderos". Otro punto fuerte de estos complejos es su diversidad, para acoger tanto a jóvenes profesionales como a familias con niños. También se contempla la construcción de edificios destinados a viviendas para estudiantes o personas mayores y oficinas, por ejemplo.
Las ventajas.
Para los inversores y promotores, «construir para alquilar» es una oportunidad de beneficiarse del auge del mercado del alquiler. Para los inquilinos, por su parte, ofrece la oportunidad de acceder a una vivienda en buenas condiciones, a precios competitivos y a largo plazo.
Es, en definitiva, una forma de profesionalizar el mercado del alquiler. Es posible que en los próximos años veamos ya algunos ejemplos en nuestro país, pues todo indica que la construcción en alquiler está atrayendo la atención de los inversores, y mucho.